¿Qué es la domótica?

¿Qué es la domótica?

El encuentro entre la tecnología de la información, la electrotécnica y la electrónica que hace una casa “inteligente”.

Domótica (desde la palabra latina “domus”, casa), es el encuentro entre la tecnología de la información, la electrotécnica y la electrónica que hace una casa “inteligente”.

Es el instrumento que permite controlar los sistemas, los dispositivos y las automatizaciones con el objetivo de aumentar la calidad de la vida y el confort del espacio doméstico. El edificio empieza a desarrollar su “propia inteligencia”, caracterizada no por la cantidad de alta tecnología que incluye, sino por la manera en que la integración de las tecnologías es proyectada y por como estas tecnologías son capaces de satisfacer las necesidades de las personas, que siempre están en evolución. La palabra domótica ahora es parte del vocabulario italiano como “Ciencia que trata de la electrónica e informática en la vida doméstica (electrodomésticos y sistemas de control) y que trata del uso de los electrodomésticos".

 

¿PARA QUÉ SE UTILIZA?

En cada edificio hay procesos de rutina en los cuales observamos hábitos repetitivos o situaciones similares que se pueden automatizar de manera simple. Algunos ejemplos cotidianos podrían ser: encender las luces de una escalera y apagarlas cuando no hay nadie por ahí, encender y apagar las luces también cuando no hay nadie en la casa para simular presencias, reducir de manera automática el aire acondicionado cuando la temperatura externa baja, controlar las cámaras y los dispositivos de seguridad, etc.

La domótica ofrece al usuario final un nuevo confort y estándar de seguridad que no se puede alcanzar a través de sistemas tradicionales viejos o automatizaciones parciales.

La tecnología como evolución natural

Por su naturaleza y de manera proporcional al nivel de innovación, el ser humano suele acoger con escepticismo los eventos innovadores. La actitud del ser humano hacia lo que percibe como algo desconocido es dudoso y él busca refugio en sus tradiciones y certezas. Esta actitud parece hacerse más evidente en el ambiente doméstico, el lugar donde crecen la vida privada y los sentimientos familiares. Por ejemplo, en el 1881 en Londres, la ceremonia inaugural del primer edificio en el mundo iluminado por la electricidad, el Savoy Theatre, fue desertada como forma de prevención contra aquel tipo de brillo “diabólico”. Esto demuestra que el progreso técnico no es suficiente para hacer utilizable algo que es innovador y útil. Se necesita el desarrollo de las circunstancias históricas-sociales y movimientos ideológicos para dirigir las varias aplicaciones científicas – utilizadas de manera ventajosa por otros sectores – hacia los espacios dedicados a la vida doméstica.

Con Easydom, la domótica ya es una realidad posible, es simple y se adapta fácilmente a tu casa.

La casa se hace el espejo del contexto histórico-económico y, aunque con retraso, las innovaciones tecnológicas del nuestro tiempo se reflejan en ella, sería poco realista pensar en la exclusión del ambiente doméstico del continuo desarrollo tecnológico. Sin embargo cuando hablamos de la domótica, a menudo ésta evoca circunstancias futuristas, lejas de los principios de factibilidad del presente.